sábado, 29 de mayo de 2010

Una ola de neofascismo recorre Europa

Comunicado del Partit Humanista de Catalunya sobre la medida de prohibir el burca en Lleida

El Partido Humanista de Catalunya denuncia al PSC, CIU, PP y ERC por ejercer violencia religiosa con fines electoralistas.

El ajuntament de Lleida ha tenido el triste honor de ser el pionero en atentar contra el derecho de todo ciudadano de manifestar su condición religiosa libremente. Pero es una medida que se está debatiendo en numerosos municipios y que, probablemente alcanzará al Parlament y al Congreso como está ocurriendo en otros países de Europa. Y es que este tipo de medidas vienen a legitimizar la persecución discriminatoria que sufren los ciudadanos y ciudadanas musulmanas cotidianamente por razón de su credo.

La palabra que define este tipo de medidas que ensalzan el malestar de la gente canalizándolo hacia falsos culpables es: fascismo. Los neofascistas criminalizan a los inmigrantes, a los musulmanes, a los funcionarios, a los mayores, a los trabajadores, a los desempleados, a los enfermos, a los hipotecados, a los estudiantes... haciéndoles pagar las consecuencias de su propia incompetencia o malevolencia.

Los humanistas invitamos a reflexionar sobre la propia violencia interna. Particularmente invitamos a hacernos cuestión sobre la violencia cultural, aquella que nos viene dada por nuestro carácter occidental, por ejemplo. Asociar la discriminación de la mujer musulmana al burka y pretender que, haciendo desaparecer el burka, desaparece la discriminación, es de un sistema lógico muy occidental. Esa misma forma de pensamiento (de raíz muy violenta) ha permitido justificar todos los crímenes a la humanidad que pueblan nuestra historia.

Ese mismo esquema se podrá aplicar a los cristianos. Se podría simbolizar los conventos como centros de reclusión donde se priva de libertad a las personas con técnicas de lavado de cerebro y se les aplica terribles torturas ascéticas. Obviamente no es el caso, por lo mismo que vestir cualquier prenda de índole religioso.

El Partido Humanista defiende el derecho de todo ciudadano de expresar libremente su religiosidad o ateísmo y denuncia toda forma de discriminación manifiesta o larvada.

lunes, 10 de mayo de 2010

El mal de nuestros días es la Banca

En los momentos de crisis, cuando se produce el cambio de una época histórica a otra, surgen con fuerza dos tendencias opuestas. Una trata de aferrarse al pasado negando los cambios históricos, es la del mundo que se acaba y representa los aspectos más negativos de su época. La otra se presenta como la aspiración a un tipo de sociedad acorde a las nuevas necesidades del ser humano.

En el Renacimiento, por ejemplo, ese papel de negación de la historia lo representó la Iglesia Católica que, en su afán por detener los nuevos tiempos que se avecinaban acometió terribles persecuciones y crímenes contra aquéllos que pensaban y sentían distinto.

Hoy, el diablo es la Banca. Los representantes del gran capital ya se han quitado sus máscaras e impunemente dirigen a sus empleados, los dirigentes políticos, en aras de defender su sistema social fundamentado en el dinero. Su metodología de acción es la violencia. La violencia económica ejercida por los banqueros ha llegado a extremos inimaginables hace apenas unos años, y sigue en aumento.

Hoy, ya no se oculta que la guerra es negocio de la industria armamentística. Que la ocupación de países, derrocamiento de gobiernos e ingerencias en las políticas internas responde a intereses económicos. Que la propagación del temor a la enfermedad está motivada por el negocio farmacéutico. Que el desempleo, la especulación inmobiliaria y el deterioro de los servicios básicos son consecuencia del enriquecimiento de unos pocos en detrimento del conjunto de la sociedad.

Hoy, todos somos esclavos de los bancos y ha llegado el momento de liberarnos. Los bancos representan lo peor de la época que se acaba. Son la cultura del acaparamiento infinito, de la avaricia afiebrada y la competitividad desenfrenada. Son los responsables del sufrimiento humano actual y los que intentan impedir su progreso.

Los humanistas de hoy sabemos que la futura Nación Humana Universal estará integrada por lo mejor de todos los pueblos y estará fundamentada en el ser humano como valor central. Por ello nos rebelamos contra el mal de nuestros días, y lo hacemos con la metodología del futuro: la no violencia activa.

Hoy, muchos ciudadanos comienzan a despertar y se organizan contra la banca. Lo hemos visto en Mollerussa y en tantos otros lugares. En la medida en que el terrorismo financiero, es decir, su desesperado intento por no desaparecer, afecte a cada vez más ciudadanos se hará más patente la necesidad de organizarse en los términos que los humanistas planteamos.

domingo, 9 de mayo de 2010

Conferència - L'Islam a Catalunya. Les claus d'integració necessària

L'ISLAM A CATALUNYA

LES CLAUS D'INTEGRACIÓ NECESSARIA


Dimarts, 18 de maig de 2010

a les 20hores


Teatre Blas Infante de Badalona

Carrer Andres Segovia 45

Barri La Salud


A càrrec d' Ivan Jimenez-Aybar
Doctor en Dret, Advocat i

Professor de la Universitat Autònoma de Barcelona.

(Advocat de la Najwa, la menor musulmana de Madrid a la que se li va prohibir l'assistència a classe amb el vel islàmic)


Organitza: AMICS

La carreta vacía. Cuento sufí

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: -Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: -Estoy escuchando el ruido de una carreta. -Eso es -dijo mi padre-, es una carreta vacía. Pregunté a mi padre: -¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos? Entonces mi padre respondió: -Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Me convertí en adulto, y ahora, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo que cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

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